SASHA ME DIJO QUE EL CIELO ESTÁ LLENO DE PERROS Y GATOS





Las mascotas forman parte de la familia. Se meten en nuestro corazón y allí se quedan para siempre. Hay quienes prefieren adoptar perros, otros gatos, por supuesto también los que no pueden decidirse y terminan conviviendo con perros y gatos.

Algunas personas dicen que son ángeles de la guarda, yo también lo digo y ¡cómo no decirlo si es así!. Resulta que estos peludos siempre están atentos, sabemos que cuando no ha llegado un integrante de la familia se quedan muy cerca de la puerta si es perro o  muy cerca de la ventana si es gato, a esperar pacientemente la llegada del que falta, además conocen nuestras rutina de salida y retorno al hogar. Su entusiasmo es evidente cuando se aproxima ese otro integrante de la “manada”.

El afecto que desbordan es sincero, aunque sea gato, aquellos que dicen que los gatos son antipáticos, traicioneros o interesados, es porque jamás han tenido la bendición de ser amado por un posesivo y apasionado felino de suave pelaje y ojos tiernos color pistacho.

La calidez que brindan en momentos de enfermedad es especial, y la compañía en los caminos tristes de la vida es irremplazable, siempre son buenos niñeros y toleran con paciencia jalones de orejas, rabo y patas de los más pequeños, además practican la telepatía, conocen nuestras emociones e intenciones sobre todo si el agua y jabón está cerca o el medicamento prescrito por el veterinario.

Como a todos, a estos compañeros peludos, también les llega el turno de decir adiós y tomarse un descanso. Su ausencia es irreparable, la tristeza y el dolor por la pérdida es profunda. Quienes no han tenido una mascota difícilmente lo entienden, los que hemos disfrutado del amor perruno o gatuno sabemos la magnitud de la pérdida y del vacío cuando se llega a casa y no están para darnos la bienvenida. En ese momento sabemos que la “manada” ahora no será la misma, porque resulta que la mascota ha domesticado a la familia, la transformó enseñándole amor incondicional, compañía y fidelidad.

Sasha me encontró en un sueño, me miró con sus ojos de pistacho y me dijo que el cielo está lleno de perros y gatos, además que Key mi perro, me había enviado unos cuantos ladridos y movimientos de cola porque estaba muy ocupado compartiendo un hueso con Samanta y Mafalda siempre tan fiel y amada, le di las gracias por su amor infinito, por rescatarme siempre incluso de mi misma y la dejé libre para jugar y perseguir mariposas en el cielo.

Así que ya lo saben, el cielo está lleno de perros y gatos, sus mascotas no estarán solas cuando les llegue el momento de partir a descansar, hay que dejarlos ir en libertad y con agradecimiento, han pasado mucho tiempo cuidándonos, acompañándonos y siempre tendrán un lugar en la manada y nuestros corazones.




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